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El mejor bizantino de Estambul (y 2): San Salvador de Chora

San Salvador de Chora

La Iglesia de San Salvador en Chora, San Salvador en Cora o de San Salvador de Chora, en griego Μονή Χώρας y en turco Kariye Kilisesi (Iglesia) o Kariye Camii (Mezquita) que significa "fuera de la ciudad" o "en el campo" ya que su localización en Edirnekapi antiguamente era considerada extramuros de Constantinopla -según el muro de Constantino- aunque ahora esté dentro de los muros de Estambul. Es para mí una de las dos grandes joyas del arte bizantino en Estambul. En el siglo XVI, después de la conquista de Constantinopla por los turcos otomanos, fue reconvertida en mezquita hasta que en 1948 se transformó en museo (En turco: Kariye Müzesi). El interior está cubierto por mosaicos de una extraordinaria belleza. Teneis que pensar en que hay que salir un poco lejos de lo que es el centro de la ciudad (el cuerno de oro) y para ello tendreis que coger un metro o el tranvía y luego andar algo por una zona bastante deprimida, no es que sea peligrosa pero en algunas calles no conviene hacer ostentación de cámaras o bolsos. Podeis hacer uso de Google maps y os dará la forma cómo llegar.

En un principio (dice doña Wikipedia), parece que el origen de San Salvador se debe a un monasterio fundado en el siglo IV, en una acrópolis donde se habían encontrado las reliquias de San Babilas, un Obispo de Antioquia que murió martirizado durante la persecución de Decio junto a más de ochenta de sus discípulos. La iglesia del monasterio estaba consagrada a Cristo con el nombre de Iglesia del Sagrado Salvador en el Campo (ἡ Ἐκκλησία του Ἅγιου Σωτῆρος ἐν τῃ Χώρᾳ, hē Ekklēsia tou Hagiou Sōtēros en tē Chōra). Chora se refiere a que estaba situada a extramuros de la muralla de Constantino (en el campo, en el extrarradio). Cuando la muralla de Teodosio fue erigida entre los años 413-414, la iglesia se encontraba entonces dentro de los muros defensivos de Constantinopla, pero siguió conservando su apelativo de Chora.

La iglesia pasó por diferentes cambios, incluyendo un terremoto y un período iconoclasta, no se sabe cuál fue peor. La mayoría de lo que puede verse hoy día data del siglo XI, cuando María Dukaina, suegra de Alejo I Comneno reconstruyó la iglesia en forma de cruz griega inscrita, un estilo aparecido en aquella época y que servirá posteriormente de modelo para las iglesias ortodoxas hasta el siglo XVIII. Luego vino, para no ser menos, todo un derrumbe parcial, probablemente debido a otro terremoto. Y así se llega al gran salvador de la iglesia, vaya la redundancia, Teodoro Metoquites, un intelectual de la época que añadió el exonártex y el paraclesion (cripta) y le dota de mosaicos y frescos, que son los que os acompaña en las fotos de abajo. Esta impresionante decoración interior fue realizada entre los años 1315 y 1321. Hay que pensar que el arte bizantino se caracteriza por ser una síntesis entre lo romano, lo helenístico y lo oriental y que el material principalmente utilizado en estas iglesias fue el ladrillo completado normalmente y con fines ornamentales con mosaicos y mármoles. Casi todas estas iglesias constan por lo común de un patio que suele estar porticado por sus cuatro lados, que se llama nartex, en este caso encontramos el exonartex, al que hemos hecho alusión, que es una especie de galería en la parte posterior, y además esta la nave del templo destinado a los fieles que se conoce con el nombre de naos, y el espacio principal donde se encuentra la silla del obispo, el altar y el espacio dedicado a los presbíteros que se llama bema que se separa de la naos por medio del iconostasis que es una barrera que impide al pueblo contemplar las distintas ceremonias que tienen que ver con la celebración de los oficios divinos. Las iglesias bizantinas se completan con otras dos estancias llamadas próthesis y diaconicum, destinadas a servir para guardar los objetos de culto y preparar los distintos ritos y ceremonias. Bueno sirvan estas notas como apuntes de nuestra Historia del arte de COU, jajaja...

Paraclesion

No quiero terminar sin resaltar la llamada capilla adyacente o paraclesion. El paraclesion era como una capilla funeraria para enterramientos. En la pared norte de esta joya de la iglesia se encuentra el arcosolio con la tumba de Teodoro Metoquites, la persona que impulsó su definitiva construcción, y en el arcosolio de la pared sur su amigo y Gran Condestable de la Corte de Andrónico II, Miguel Tornikes. La cúpula que contiene es la segunda por tamaño de la Iglesia, casi cinco metros de diametro y se sitúa en el centro del paraclesion. Un estrecho pasillo une el paraclesion a la naos y a los lados se encuentran un pequeño oratorio y un almacén. Las paredes y los techos del paraclesion están principalmente recubiertos de frescos. Al fondo del paraclesion, en el ábside, se encuentra la obra maestra de la iglesia: un fresco que representa la Bajada a los Infiernos o Anastasis, donde aparece Cristo que saca a Adán y Eva de sus sepulcros, Juan el Bautista, David y Salomón.

Bueno nos aburro más tan solo que tal como conocemos hoy la Iglesia en forma de Museo y muy restaurada, fue posible gracias a que en el año 1948, Thomas Whittemore y Paul A. Underwood, del Byzantine Institute of America y del Centro Dumbarton Oaks para Estudios Bizantinos, patrocinaron un programa de restauración. A partir de entonces, el edificio dejó de ser mezquita y en 1958 se abrió al público convertido en el Museo Kariye Müzesi. Repito no se lo pierdan si van a Estambul.

Bir başka gün o lo que es lo mismo, ¡hasta la próxima!

Detalle de la parte superior del Paraclesion

+info:



Comentarios

Fran Soler ha dicho que…
Tremendo lugar y genial tu descripción Paco. Me encantaría poder verlo algún día.
Saludos
Mercè Salomó ha dicho que…
Qué preciosidad de iglesia. Una de las más bonitas de Turquía.

Leo, en tu otro blog, que os tomáis unas vacaciones. Espero, de todo corazón, que os sean provechosas.

Un abrazo y hasta la vuelta!
M. Teresa ha dicho que…
Personalmente me gustó más que Santa Sofía, quizás porqué no me esperaba encontrar tanta belleza.

Saludos
El Guisante Verde Project ha dicho que…
Hola Paco. Compartimos tu elección como joyas de Bizancio Santa Sofía y S. Salvador en Cora. Estambul es una ciudad fascinante, y eso que nuestra primera impresión fue nefasta, no sabría muy bien por qué. También es cierto que a las pocas horas nos hubiéramos quedado ni se por cuanto tiempo.

De eso ya hace mucho tiempo, y ahora, leyendo tus textos y viendo las imágenes que nos dejas, diría que demasiado...

Saludos!
Anónimo ha dicho que…
Guisante Verde: Yo te diré por qué la primera impresión que te ocasionó Istambul fue nefasta. La masificación. La desculturización. La sobrepoblación. En pocos años Estambul ha padecido lo que Barcelona o Madrid: un crecimiento descontrolado provocado por el aluvión de inmigrantes llegados en busca de una "mejor" vida. La ciudad se descontrola y por momentos te parece un campo de refugiados o un basurero gigante.
Salvador Gutiérrez ha dicho que…
Un buen post para una iglesia sublime, especialmente por los frescos y mosaicos del exonartex y el paraclesión. La fortuna ha querido que lleguen a nosotros, pues cuando los turcos rompieron las defensas de Constantinopla, el 29 de mayo de 1453, fue en el sector de muralla más cercano a Chora, por lo que rápidamente se inició el saqueo de la iglesia y arrancaron todos los retablos y ornamentos, incluido la Hodegetria (virgen) que era la figura más venerada de todo Bizancio, y que la creencia popular atribuía su ejecución al propio San Lucas. Pero el caso es que mosaicos y frescos sobrevivieron.